LENGUA Y LITERATURA
LA TUMBA DE AURORA K.
Anna tiene quince años y vive en Estados Unidos. En apariencia es una chica normal: pasó una infancia muy feliz, siempre acompañada de sus primos, y ahora experimenta los típicos altibajos de la vida adolescente. Sin embargo, su familia aún está curando sus heridas, reponiéndose del gran trauma que supuso para ellos la guerra de Turenia.
Al inicio de la guerra, su abuelo, Josef Pekar, huyó con su familia. Cuando aún estaban en Turenia, un hombre le entregó a su hijo para que lo cuidara porque él tenía que quedarse en Turenia para luchar. Ese niño era Stefan Malnik, el padre de Anna.
Los Pekar llegaron a Estados Unidos y se asentaron en un barrio junto con otros távaros exiliados. Anna se considera una Pekar más, aunque biológicamente no lo sea. Pero un día Stefan Malnik recibe una carta anónima que le dice que su madre podría ser Aurora K., una távara que, como ellos, emigró a Estados Unidos, y que, por desgracia, murió seis años atrás.
La novela comienza cuando Stefan y Anna consiguen permiso para abrir la tumba de Aurora K. y hacer la prueba del ADN. Sin embargo, Anna quiere contar la historia desde el principio, sin adelantarse a los acontecimientos. Durante la primera mitad del libro, el autor relata la guerra de Turenia, un país inventado pero con un conflicto muy inspirado en la realidad. También conoceremos mejor a los Pekar, en especial a Anna y a Danylo, su mejor amigo. Es una parte muy entretenida, que sorprende por el realismo de la guerra y la posguerra.
En la segunda mitad, Stefan manda hacer las pruebas de ADN y, mientras tanto, Anna y él realizan algunas averiguaciones. Estamos ante la parte más emocionante de la novela, una trama que el lector no podrá abandonar hasta que no averigüe quién es Aurora K.
Pedro Riera se sirve del conflicto ficticio para plantear unas cuestiones muy reales: ¿quiénes son los responsables de la guerra? ¿Qué define nuestra identidad? ¿Quién es nuestra verdadera familia: la biológica o la que nos ve crecer? Para responder a estas preguntas crea una novela muy original, en la que tramas más realistas y cotidianas se entrelazan con el drama de la guerra de Turenia y el conflicto moral que desata una situación así.
Al inicio de la guerra, su abuelo, Josef Pekar, huyó con su familia. Cuando aún estaban en Turenia, un hombre le entregó a su hijo para que lo cuidara porque él tenía que quedarse en Turenia para luchar. Ese niño era Stefan Malnik, el padre de Anna.
Los Pekar llegaron a Estados Unidos y se asentaron en un barrio junto con otros távaros exiliados. Anna se considera una Pekar más, aunque biológicamente no lo sea. Pero un día Stefan Malnik recibe una carta anónima que le dice que su madre podría ser Aurora K., una távara que, como ellos, emigró a Estados Unidos, y que, por desgracia, murió seis años atrás.
La novela comienza cuando Stefan y Anna consiguen permiso para abrir la tumba de Aurora K. y hacer la prueba del ADN. Sin embargo, Anna quiere contar la historia desde el principio, sin adelantarse a los acontecimientos. Durante la primera mitad del libro, el autor relata la guerra de Turenia, un país inventado pero con un conflicto muy inspirado en la realidad. También conoceremos mejor a los Pekar, en especial a Anna y a Danylo, su mejor amigo. Es una parte muy entretenida, que sorprende por el realismo de la guerra y la posguerra.
En la segunda mitad, Stefan manda hacer las pruebas de ADN y, mientras tanto, Anna y él realizan algunas averiguaciones. Estamos ante la parte más emocionante de la novela, una trama que el lector no podrá abandonar hasta que no averigüe quién es Aurora K.
Pedro Riera se sirve del conflicto ficticio para plantear unas cuestiones muy reales: ¿quiénes son los responsables de la guerra? ¿Qué define nuestra identidad? ¿Quién es nuestra verdadera familia: la biológica o la que nos ve crecer? Para responder a estas preguntas crea una novela muy original, en la que tramas más realistas y cotidianas se entrelazan con el drama de la guerra de Turenia y el conflicto moral que desata una situación así.
OBRAS DE LA EDAD MEDIA
EL LIBRO DEL BUEN AMOR: FRAGMENTO DE DON MELÓN Y DOÑA ENDRINA
Don Melón está muy enamorado de doña Endrina, y quiere expresarle su queja de amor cuando la ve en la plaza. Pero cuando está a punto de decírselo, se da cuenta que en la plaza hay más gente. Entonces, intenta inventarse una excusa para que la gente se marche y se queden solos, ya que no quiere que los demás se enteren de que está enamorado. Le habla de cosas sin interés, y la gente, viendo que no hay nada interesante que ver se acaba marchando. Al final, se quedan los dos solos y don Melón le expresa a doña Endrina su deseo hacia ella.
"Deseaban mis parientes casarme en esta sazón
con una doncella rica, hija de don Pepión;
a todos di por respuesta que no la querría, no.
¡Mi cuerpo será de aquella que tiene mi corazón!"
con una doncella rica, hija de don Pepión;
a todos di por respuesta que no la querría, no.
¡Mi cuerpo será de aquella que tiene mi corazón!"
BIOGRAFÍA
Mi hermana Garazi
Mi hermana Garazi nació en Colombia, Bogotá el 24 de Julio de 2004. No conoce a sus padres y nunca los ha conocido, no sabemos absolutamente nada de ellos, ni si viven, porque la llevaron a un centro de adopción a los cinco días de que naciera. Aún así, sabemos el lugar en el que nació, debajo de un puente.
Para que no pasara sus primeros años, meses o los que fueran (antes de que fuera adoptada) en un centro de adopción, se la dieron a una familia de adopción temporal, en la que pasó un año. Nosotros, mientras que ella estaba en aquella familia, hacíamos los papeleos desde aquí y nos mandaban imágenes suyas. Al final, el 20 de julio de 2005 fueron por primera vez a su casa temporal a verla. Le hacían visitas cada vez más frecuentes, hasta que el 28 de julio de 2005 la adoptaron para siempre. Después de aquel estupendo día aprobechamos para pasar unos días más allí. Cinco días más tarde, mi padre y yo tuvimos que volver, por asuntos de trabajo, mientras que Garazi y mi madre se quedaron rellenando los últimos requisitos de adopción que nos pedían.
Aunque esta parte de la biografía de Garazi sea positiva, no todo de su vida lo fue. Un gran ejemplo sería cuando tenía cuatro años todo fue empeorando; empezó con unas pesadillas eternas y que se repetían cada hora. También empezó a tartamudear, le costaba hablar, lo hacía con muchas dificultades. Hasta entonces no le dimos ninguna importancia, pero una mañana, la del 25 de febrero de 2009, cuando se empezó a levantar: cayó. Caía, le ayudábamos a levantarse, pero se volvía a caer. Entonces nos dimos cuenta de la importancia que tenía. Corriendo, la llevamos al hospital de San Sebastián. La ingresaron en seguida. Pasó diez días allí y los médicos le hacían una prueba tras otra, intentando buscar la solución a aquella pesadilla. Mientras tanto, ella estaba perdiendo todo lo que sabía; no podía hablar, no era capaz de mantenerse en pie, perdió la capacidad de tragar… absolutamente todo. Por lo que parecía, los médicos no tenían ni idea de lo que le podía ocurrir. Al final, después de diez días, decidieron llevarla a Barcelona, el día 7 de marzo de 2009.
Cuando llegó la ambulancia que la llevaría a Barcelona, en el último momento, salieron los médicos corriendo del hospital, y no era para despedirla expresamente, era para darnos una buena noticia, decían que sabían lo que le ocurría. Aún así, fue a Barcelona. Los médicos del hospital de San Sebastián mandaron allí los datos de la supuesta enfermedad. Efectivamente, acertaron. Fuimos al hospital Sant Joan de Déu, y allí la trataron como debían para curarla. Pasó allí dos semanas, hasta que se curó y nos dieron el alta, el día 21 de marzo. Un día muy especial para nosotros. Después tuvo que recuperarse del todo, aprender a hacer todo: a comer, a andar, a hablar, a montar en bicicleta… pero no fue tan difícil, ya que sabíamos que se recuperaría; porque tuvo muchas posibilidades de morir o acabar en silla de ruedas. El caso es que fue el primer caso de aquella enfermedad diagnosticada en Guipúzcoa. Tenemos el honor de poder decir eso.
En referencia a los viajes de Garazi, he de destacar que fue a Estados Unidos, fues toda la familia, hasta los abuelos. Fue un viaje increíble, hicieron un montón de cosas y conocieron varios pueblos y ciudades, tales como San Francisco, Los Ángeles, Las Vegas, Boise, Bakersfield, Chino… Todos volvimos contentísimos y con un muy buen sabor de boca, después de pasar veinte días allí, desde el 21 de Julio del 2011 al 10 de agosto del mismo año.
Hoy en día, Garazi vive en Zarautz y es una niña muy feliz y muy sana con 12 años de edad.
Mi hermana Garazi nació en Colombia, Bogotá el 24 de Julio de 2004. No conoce a sus padres y nunca los ha conocido, no sabemos absolutamente nada de ellos, ni si viven, porque la llevaron a un centro de adopción a los cinco días de que naciera. Aún así, sabemos el lugar en el que nació, debajo de un puente.
Para que no pasara sus primeros años, meses o los que fueran (antes de que fuera adoptada) en un centro de adopción, se la dieron a una familia de adopción temporal, en la que pasó un año. Nosotros, mientras que ella estaba en aquella familia, hacíamos los papeleos desde aquí y nos mandaban imágenes suyas. Al final, el 20 de julio de 2005 fueron por primera vez a su casa temporal a verla. Le hacían visitas cada vez más frecuentes, hasta que el 28 de julio de 2005 la adoptaron para siempre. Después de aquel estupendo día aprobechamos para pasar unos días más allí. Cinco días más tarde, mi padre y yo tuvimos que volver, por asuntos de trabajo, mientras que Garazi y mi madre se quedaron rellenando los últimos requisitos de adopción que nos pedían.
Aunque esta parte de la biografía de Garazi sea positiva, no todo de su vida lo fue. Un gran ejemplo sería cuando tenía cuatro años todo fue empeorando; empezó con unas pesadillas eternas y que se repetían cada hora. También empezó a tartamudear, le costaba hablar, lo hacía con muchas dificultades. Hasta entonces no le dimos ninguna importancia, pero una mañana, la del 25 de febrero de 2009, cuando se empezó a levantar: cayó. Caía, le ayudábamos a levantarse, pero se volvía a caer. Entonces nos dimos cuenta de la importancia que tenía. Corriendo, la llevamos al hospital de San Sebastián. La ingresaron en seguida. Pasó diez días allí y los médicos le hacían una prueba tras otra, intentando buscar la solución a aquella pesadilla. Mientras tanto, ella estaba perdiendo todo lo que sabía; no podía hablar, no era capaz de mantenerse en pie, perdió la capacidad de tragar… absolutamente todo. Por lo que parecía, los médicos no tenían ni idea de lo que le podía ocurrir. Al final, después de diez días, decidieron llevarla a Barcelona, el día 7 de marzo de 2009.
Cuando llegó la ambulancia que la llevaría a Barcelona, en el último momento, salieron los médicos corriendo del hospital, y no era para despedirla expresamente, era para darnos una buena noticia, decían que sabían lo que le ocurría. Aún así, fue a Barcelona. Los médicos del hospital de San Sebastián mandaron allí los datos de la supuesta enfermedad. Efectivamente, acertaron. Fuimos al hospital Sant Joan de Déu, y allí la trataron como debían para curarla. Pasó allí dos semanas, hasta que se curó y nos dieron el alta, el día 21 de marzo. Un día muy especial para nosotros. Después tuvo que recuperarse del todo, aprender a hacer todo: a comer, a andar, a hablar, a montar en bicicleta… pero no fue tan difícil, ya que sabíamos que se recuperaría; porque tuvo muchas posibilidades de morir o acabar en silla de ruedas. El caso es que fue el primer caso de aquella enfermedad diagnosticada en Guipúzcoa. Tenemos el honor de poder decir eso.
En referencia a los viajes de Garazi, he de destacar que fue a Estados Unidos, fues toda la familia, hasta los abuelos. Fue un viaje increíble, hicieron un montón de cosas y conocieron varios pueblos y ciudades, tales como San Francisco, Los Ángeles, Las Vegas, Boise, Bakersfield, Chino… Todos volvimos contentísimos y con un muy buen sabor de boca, después de pasar veinte días allí, desde el 21 de Julio del 2011 al 10 de agosto del mismo año.
Hoy en día, Garazi vive en Zarautz y es una niña muy feliz y muy sana con 12 años de edad.